Errores que todo diseñador gráfico debe evitar

Errores que todo diseñador gráfico debe evitar 

  

La forma de aprender más común para un diseñador gráfico es a través del ensayo y error. Especialmente para los jóvenes aspirantes a diseñadores, que continúan cometiendo errores por falta de experiencia. 

Seguramente habrás oído hablar de la vieja frase de “Errar es humano”. Así que la próxima vez que cometas un error, no te preocupes por ella… debes aprender de tus equivocaciones. 

Para ayudar un poco a diseñadores que comienzan en estas labores hemos listado algunas equivocaciones que deben evitar, que en realidad aplican para todos los que trabajamos en el medio, esperamos sean de ayuda y orientación. 

No hacer un contrato

En la carrera de un diseñador, los problemas con salarios y pagos son frecuentes. Cuando no tienes un contrato con tus clientes, te expones a que el dinero ganado con tu esfuerzo se esfume. No significa que todos los clientes son malintencionados; pero algunos tienen la costumbre de obtener el trabajo y huir sin pagarle al diseñador. 

  

Evitar el contacto con el cliente 

Algunos diseñadores son tímidos y otros ignorantes al mantenerse en contacto con los clientes. No comunicarte adecuadamente con ellos es uno de los más grandes errores que puedes cometer en tu vida profesional. Al hacerlo los haces sentir ignorados o innecesarios. Debes obtener retroalimentación para evitar críticas al final. 

Postergar las cosas 

En cualquier profesión, cumplir los plazos es crucial. Al terminar tu trabajo a tiempo, exhibes tu determinación y compromiso. Algunos diseñadores tienden a demorarse en sus proyectos. Cuando ya tienen el tiempo encima, entregan un trabajo mediocre y algunos intentan presentarlo como “minimalista”. Demorarte hará que tus clientes se vayan pues esperan que seas eficiente. 

Pretender que el plagio es inspiración

Una de las cualidades principales de un diseñador es su habilidad para ser original. Otro gran error que puedes cometer es copiar el trabajo de otros. Algunos tienen el mal hábito de aparentar que lo que plagian es su inspiración. Tal vez a veces te salgas con la tuya; pero al final tu credibilidad se verá afectada. 

  

Negar el poder de lo simple 

Algunos diseñadores creen que si agregan más efectos en su diseño se volverá más atractivo. Pero en general sucede lo contrario: Agregar demasiados elementos a un diseño lo vuelve saturado y difícil de mirar. En lugar de hacer diseños complejos e incomprensibles, hay que preferir los conceptos simples que el target recordará. 

Perder la confianza 

Uno de los peores errores que puedes cometer es perder la esperanza en medio de un proyecto. Habrá tiempos en los que te cansarás de trabajar en un proyecto o te sentirás insatisfecho con los avances. Pero nunca te rindas y continúa hasta que logres el resultado deseado. En diseño gráfico o cualquier profesión, la confianza es básica para obtener éxito. 

No mantenerse actualizado 

En un medio en el que se compite sin tregua, es esencial mantenerse al día con los últimos avances en el campo. Todo el tiempo la tecnología y los métodos de diseño evolucionan. Los que no agarran el paso eventualmente pierden la carrera. 

No empezar en blanco y negro 

Algunos diseñadores no ven la importancia de empezar en blanco y negro, y directamente crean la versión en color de su diseño. Esto es un error, pues se debe saber cómo luce el diseño en blanco y negro al haber medios promocionales que no permiten los colores. 

Trabajar sin un brief 

En cualquier proyecto de diseño, los detalles son necesarios para guiar al diseñador a través de todo el proceso. Algunos tienen el mal hábito de ser muy confiados y empiezan el proyecto sin un brief adecuado. Sin conocer los requerimientos de tu cliente, simplemente no puedes trabajar. 

Ignorar al público objetivo 

El propósito del diseño gráfico es ayudar visualmente a las compañías a expresar su mensaje a su mercado. Por ello, si los diseñadores ignoran el target, no podrán crear el diseño correcto. Para diseñar piezas relevantes, primero debes analizar a los clientes a los que van dirigidas.